En un megaoperativo desarrollado en la madrugada de hoy miércoles, la Policía y la Fiscalía desarticularon una banda criminal que captaba personas de bajos recursos económicos para obtener armas de fuego de manera legal e insertarlas a la delincuencia después de declararlas como “desaparecidas”.
Como resultado de la intervención a cargo de efectivos de la División de Investigaciones de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional y miembros de la Fiscalía se ha logrado detener a 18 personas presuntos integrantes de la organización criminal y allanar 28 inmuebles en Lima, Piura, Tumbes y Cajamarca.
La banda criminal ha sido denominada “Los abastecedores de Ventanilla y Callao”; los detenidos están implicados en los delitos contra la tranquilidad pública (organización criminal), delitos contra la seguridad pública (delitos de peligro común, fabricación, comercialización, uso o porte de armas) y delitos contra la fe pública (falsificación de documentos en general).
Durante el allanamiento se logró incautar, documentación, USB, CPU, laptop, tablet, dinero en efectivo, equipos celulares, armas de fuego, municiones entre otros. Todo el material incautado será trasladado a las Oficinas de la DIVIAC ubicado en la Región Policial Lima, donde se llevará las investigaciones, informó la Policía Nacional.
Según las investigaciones policiales, “Los Abastecedores de Ventanilla y Callao”, estaría dirigida por Jorge Humberto Lamela Villanueva conocido en el mundo del hampa como “Lamela” y por Melchor Edgar Sanjinez Cabrera alias “Edgar”, ambos fungían como cabecillas de la organización criminal.
Se pudo determinar, informó la Policía, que Lamela era quien financiaba la compra de las armas de fuego a través de Sanjinez, con la finalidad de no ser identificado por la Policía. Este último se dedica a la venta de las armas y municiones utilizando su empresa como fachada “Armas y municiones El Cazador E.I.R.L” en las ciudades de Tumbes, Piura, Cajamarca y en el distrito del Rímac en Lima.
Modo de operar
Primero captaban personas de escasos recursos, con la finalidad de que tramiten y obtengan la licencia de uso de armas de fuego en las diferentes modalidades que otorga la Sucamec, para lo cual la organización criminal proporciona algunos documentos (certificado de deportista y otros).
Luego las personas captadas o presta nombres, realizaban la compra de una a más armas de fuego, la cual era financiada por alias “Lamela”.
Una vez concretada la compra del arma de fuego, la organización criminal realizaba dos actos como parte de su modus operandi:
- Una de ellas era realizar la transferencia del arma de fuego recientemente adquirida, con otros integrantes de la organización.
- El segundo acto, era la formulación de la denuncia policial, donde declaran la supuesta pérdida o robo del arma de fuego.
Teniendo como propósito final el de insertar las armas de fuego en la delincuencia común, el crimen organizado, tanto a nivel nacional como internacional.