Lucha es la palabra que no deja de mencionar Luz Mery Rojas cuando trata de describir al atletismo y es que con ese coraje que impregnó para ganar la medalla de oro en los 10 mil metros en los Juegos Panamericanos Santiago 2023 buscará su sueño de alcanzar el cupo a los Juegos Olímpicos París 2024, pero para lograrlo pide a las empresas privadas que apuesten por ella.
Luz Mery tiene 30 años de los cuales 16 está inmersa en el deporte. Sus ganas de lograr objetivos más grandes cada día la llevaron a enamorarse del atletismo, disciplina que le entrega el mayor tiempo de su vida con demasiada dedicación.
“Me inicié desde los 14 años cuando una amiga me invitó y me gustó. Desde entonces como iba avanzando me propuse metas más grandes hasta que comencé a representar a nivel local, regional y nacional. Luego di el paso de salir a competir por mi país”, asegura.
De Sapallanga al éxito
Nacida en la localidad de Sapallanga, uno de más importantes distritos de los 28 que conforman Huancayo, ubicada en la Región Junín, Mery supo recién en la mayoría de edad que se quería dedicar al fondismo, la prueba madre de esta zona del Perú.
“Cuando cumplí los 22 años analicé las cosas y quería lograr metas más grandes como ganar un sudamericano y unos Juegos Panamericanos, entonces tenía que tomar más en serio los entrenamientos. Eso me llevó a dedicarme por completo” , indicó Mery, quien posee más de 40 medallas en su casa.
En medio de su carrera deportiva se convirtió en madre de Jeanpool, pero ello no quitó la ilusión de seguir con su sueño deportivo. Claro, aunque era más complicado por el tema económico, ya que los escasez monetaria casi le quitó las ganas de seguir.
“Muchas veces el aspecto monetario me golpeó porque no podía cubrir los gastos de mis entrenamientos y eso hizo que mi estado emocional quede afectado, pero gracias a Dios que estaba mi familia y las personas que me querían para motivarme y decirme a cada rato que yo iba a poder”, aclaró a la Agencia Andina.
Fiel a su racha luchadora, la exponente nacional siguió adelante con los entrenamientos arduos. Ella se adiestra entre 4 a 5 horas diarias de lunes a viernes. Lo hace en dos turnos y los fines de semana los trabajos son de dos horas.
Su gran inspiración
A pesar que dedica mucho tiempo a su deporte, no descuida su rol de madre soltera, pues Janpool es su gran inspiración para continuar. A él le inculca la práctica del deporte y aunque le gusta más el fútbol, ella lo apoya.
En estos días Luz se hospeda en el albergue de Legado Videna, donde también está sometida a un proceso de recuperación física tras hacer un esfuerzo total en la carrera por los 10 mil metros.
Va por los Juegos Olímpicos
La deportista mira el horizonte con optimismo y es que la obtención de la presea dorada en Santiago 2023 han consolidado más su sueño de llegar a los Juegos Olímpicos. Ella buscará en los próximos meses ir a buscar la clasificación a la prueba de maratón, pero necesita del apoyo de la empresa privada.
“Yo domino las pruebas de 5 mil, 10 mil y media maratón por lo que me siento preparada para dar el gran salto para ir a buscar la clasificación a los Juegos Olímpicos en la prueba de maratón. Con mi entrenador estamos buscando asistir a una carrera en el extranjero para tentar hacer el tiempo necesario para conseguir el cupo”
Agregó: “Invito a la empresa privada a que se sumen a mi proyecto deportivo de los Juegos Olímpicos porque siento que puedo clasificar y traer la medalla. Tengo un auspiciador, pero pido a otras empresas a que apuesten por mí, no los voy a defraudar» , dijo la exponente.
Mery recibirá 80 mil soles de parte del Instituto Peruano del Deporte (IPD) como un incentivo por ganar la medalla de oro en los Juegos Santiago 2023, pero dice que lo invertirá en su preparación en caso no encuentre auspicio. Ya tiene la promesa del IPD que la apoyará en su camino olímpico, pero se requiere del respaldo de la empresa privada también.
Año grandioso
Mery cree que el año que acaba será difícil de olvidar porque cierra el mismo con el título de campeona sudamericana y panamericana, un logro que muy pocas deportistas pueden alcanzar.
«Fue un año grandioso. Subir al podio y escuchar el himno nacional es la satisfacción más grande que un deportista experimenta. Me siento orgullosa de mis logros y porque ayudé a poner al Perú como una potencia del fondismo en América», asegura la deportista.
La atleta aprovechó para dar una explicación del porqué a las deportistas de Huancayo se le hace más fácil imponerse en las pruebas de fondo en torneos internacionales y es que combina su trabajo en la altura con la raza huancaína.
“Creo que es porque entrenamos a una altura de 3.200 metros y tenemos todo ese oxígeno para poder competir bien. A eso hay que agregarle la lucha huancaína que poseemos que nunca nos caemos y si nos caemos nos levantamos y continuamos luchando con más fuerza. Eso nos caracteriza”, culminó.