A sus cortos 12 años Joaquín Alessandro Valdivia Rodríguez registra como uno de sus más importantes logros el haber subido a la cumbre del Chimborazo, la montaña más alta del vecino país de Ecuador. Este adolescente formó parte de una expedición, procedente de la región Áncash, que se puso como objetivo ascender a ese macizo emblemático.
Tras recibir la invitación de la Asociación de Montañistas Háztelo, Joaquín Valdivia y sus compañeros Billy Vargas Mechato (14) y Jenifer López Lliuya (13), ayudados por sus familiares y amigos, realizaron actividades para reunir fondos y viajar al extranjero. De esta forma se convirtieron en la expedición más joven en llegar al Chimborazo, cuya cumbre se encuentra a 6,263 metros sobre el nivel del mar.
Los adolescentes son naturales de la provincia de Huaraz, en la sierra de Áncash. Durante varios meses entrenaron arduamente para subir a la montaña ecuatoriana.
La excursión se inició la noche del miércoles 7 de febrero. Por factores externos, Billy y Jenifer no pudieron alcanzar la cima de la montaña; no obstante, lograron subir más de 6,000 metros.
“Ha sido una experiencia única, que nos ha motivado a seguir en este mundo del montañismo. Hemos entrenado mucho para superar este reto. Yo lo voy a tomar profesionalmente, quiero ser guía de alta montaña”, relató Billy Vargas.
Joaquín Valdivia sí pudo lograr la hazaña y llegó a la cima acompañado del estudiante de guía de montaña Harold Toledo Vásquez, luego de más de cinco horas de ardua caminata.
“Por circunstancias de montaña, mis compañeros debieron descender luego de haber alcanzado los 6 mil metros. El Chimborazo es una montaña dura. Yo sabía que iba a ser un trayecto duro y entrené bastante, también me sentí motivado por el aliento de todas las personas que confiaban en mí”, declaró Joaquín Valdivia.
Amor por la aventura
La pasión por escalar montañas surgió cuando tenía 7 años. A pesar de su corta edad, Joaquín decidió acompañar a sus familiares durante una caminata a la laguna Ahuac, ubicada en el Parque Nacional Huascarán. Logró completar el trayecto y es así como nació su deseo por llegar a lugares más altos.
Tras un arduo entrenamiento y sin dejar de lado sus estudios, en junio del 2023 Joaquín logró su primera cumbre: la del Nevado Pisco, ubicado a 5,752 metros sobre el nivel del mar.
“Somos pocos los niños que nos estamos adentrando al mundo del montañismo, al menos en Perú. En el futuro me gustaría que haya más niños como nosotros dispuestos a cumplir sus sueños. Yo siento que la edad no es un impedimento”, comenta el pequeño montañista.
Tras haber conseguido la cima del Chimborazo, Joaquín ya tiene en la mira sus próximos desafíos. Sus compañeros y él tienen pensado llegar a la cúspide del Nevado Huascarán, ubicado a 6,768 metros sobre el nivel del mar. Otros objetivos para el futuro son la montaña Aconcagua, en Argentina, o el monte Kilimanjaro, en Tanzania, África.
“Lo que más importa es tu mente, tu cabeza, porque si paras y dices no puedo, no lo logras; pero si te motivas tú mismo podrás conseguir lo que te propones”, sostuvo Joaquín.