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¿Ocurren terremotos en la Luna? NASA explica cómo se originan

Es clave estudiarlos para comprender mejor el peligro sísmico que representan las futuras actividades humanas.

Los terremotos lunares sí ocurren en el polo sur lunar. La NASA tiene evidencia de que los terremotos en la Luna y las fallas que se producen a medida que su interior se va enfriando y encogiendo gradualmente. Esta investigación es relevante porque es en esa región de la superficie lunar donde se tiene planeado establecer misiones espaciales con astronautas.

De acuerdo con un artículo, publicado el 25 de enero en la revista científica Planetary Science Journal, los terremotos en la Luna se dan dentro y cerca de algunos de los lugares que la agencia ha identificado como regiones candidatas para el aterrizaje de Artemis III, la primera misión del programa Artemis que tiene planificado un alunizaje con tripulación.

“Nuestros modelos sugieren que es posible que los terremotos lunares poco profundos capaces de producir fuertes temblores en el suelo de la región del polo sur sean causados por episodios de deslizamiento en las fallas existentes o por la formación de nuevas fallas de cabalgamiento”, dijo Tom Watters, del Instituto Smithsonian en Washington, autor principal de dicha investigación.

“La distribución global de las fallas de cabalgamiento jóvenes, su potencial para estar activas y la posibilidad de que se formen nuevas fallas de cabalgamiento a causa de la contracción global que tiene lugar actualmente deben tenerse en cuenta al planificar la ubicación y la estabilidad de los puestos de avanzada permanentes en la Luna”.

El epicentro de uno de los sismos lunares más fuertes registrados por el Experimento Sísmico Pasivo de Apolo fue localizado en la región de polo sur lunar. Sin embargo, no se pudo determinar con precisión la ubicación exacta del epicentro.

De acuerdo con la siguiente imagen, cerca del polo se distribuye una nube de las posibles ubicaciones del fuerte terremoto lunar de poca profundidad (los puntos de color magenta y los polígonos de color azul claro), las cuales fueron creadas utilizando un algoritmo de reubicación específicamente adaptado para redes sísmicas muy dispersas. Los recuadros azules muestran la ubicación de las regiones de aterrizaje propuestas para la misión Artemis III.

Los escarpes lobulados de las fallas de cabalgamiento se muestran con pequeñas líneas rojas. La nube de ubicaciones del epicentro abarca una serie de escarpes lobulados y muchas de las regiones de aterrizaje de Artemis III.

Imagen que muestra parte de la superficie lunar con marcas fucsia que señalan el epicentro de un sismo lunar.

¿Qué ocasionan los terremotos lunares?

La cámara del Orbitador de Reconocimiento Lunar a bordo de la nave espacial Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO, por sus siglas en inglés) de la NASA ha detectado miles de fallas de cabalgamiento relativamente pequeñas y recientes extensamente distribuidas en la corteza lunar. Los escarpes son accidentes geográficos en forma de acantilados que parecen pequeños escalones en la superficie lunar. Estos se forman donde las fuerzas de contracción rompen la corteza y la empujan o la desplazan formando un “cabalgamiento” desde un lado de la falla hacia arriba y por encima hasta el otro lado. La contracción es ocasionada por el enfriamiento del interior aún caliente de la Luna y las fuerzas de marea ejercidas por la Tierra, lo que produce una contracción global.

La formación de las fallas viene acompañada de actividad sísmica en forma de terremotos lunares de poca profundidad. Dichos terremotos lunares poco profundos fueron registrados por la Red Sísmica Pasiva de Apolo, la cual está compuesta por una serie de sismómetros desplegados por los astronautas de las misiones Apolo.

El terremoto lunar poco profundo más fuerte que se ha registrado tuvo su epicentro en la región del polo sur. El estudio presenta un modelo de un escarpe de falla de cabalgamiento joven, ubicado dentro del borde del cráter de Gerlache 2 —una región candidata para el alunizaje de Artemis III—, y muestra que la formación del escarpe en esta falla podría haber estado asociada con un terremoto lunar de la magnitud registrada.

El equipo de investigadores también modeló la estabilidad de las pendientes de la superficie en esta región del polo sur lunar y halló que algunas áreas son propensas a deslizamientos de regolito incluso por temblores sísmicos ligeros, incluyendo zonas en algunas regiones en sombra permanente. Estas zonas son de interés debido a los recursos que se podrían encontrar allí, como el hielo.

“Para comprender mejor el peligro sísmico que representan las futuras actividades humanas en la Luna, necesitamos nuevos datos sísmicos, no solo en el polo sur, sino a nivel global”, sostuvo Renee Weber, coautora del artículo e investigadora del Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA en Huntsville, Alabama.

El proyecto Farside Seismic Suite, conformado por un conjunto de sismómetros del lado lejano de la Luna, ampliarán las mediciones realizadas durante las misiones Apolo.

“El LRO está dedicado a adquirir datos de la superficie lunar para ayudar a los científicos a comprender características importantes como las fallas de cabalgamiento”, dijo la científica adjunta del proyecto del LRO, Maria Banks, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, quien es coautora del artículo. “Este estudio es una buena demostración de una de las muchas formas en que se utilizan los datos de LRO para ayudar a planificar nuestro regreso a la Luna”.

Esta investigación fue financiada por la misión LRO de la NASA, lanzada el 18 de junio de 2009. LRO es administrado por el centro Goddard de la NASA para la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington.

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