La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) La Chira operada por el consorcio de las empresas Acciona y Aenza, concretó un importante avance para la sostenibilidad de su operación, al convertirse en la primera PTAR del Perú en instalar una planta fotovoltaica para autoconsumo eléctrico, implementado una innovadora solución que la convierte en la primera de su tipo en el país en utilizar energía solar.
En este proyecto, la unidad de energía renovable cuenta con un total de 160 módulos de paneles fotovoltaicos, ocupando un área total de 480 m2, ubicados al interior de las instalaciones de la PTAR, los que anualmente producirán 127 Megawatt Hours (MWh) de energía limpia, suficientes para cubrir el 25% del consumo eléctrico de la planta y evitar la emisión anual de casi 23 toneladas de C02.
De esta manera, asume un alto compromiso de sostenibilidad, con un avance significativo hacia la eficiencia energética y la reducción de la huella de carbono en el tratamiento de aguas residuales.
La PTAR La Chira, ubicada en el distrito de Chorrillos, trata el 25% de las aguas residuales provenientes de 18 distritos de Lima, como Miraflores, San Isidro, Santiago de Surco, Villa El Salvador y Chorrillos, beneficiando a más de 2,5 millones de habitantes de Lima y ha tratado más de 1.300 millones de m3 de aguas residuales, permitiendo extraer sólidos de gran tamaño, arenas, flotantes y residuos de hasta de un milímetro de diámetro.
Con la implementación exitosa de esta solución, La Chira no solo marca un hito, sino que también establece un estándar elevado para la gestión sostenible de recursos en el país. Este proyecto refuerza la idea de que la innovación y el respeto por el medio ambiente pueden ir de la mano para crear un futuro más limpio y sostenible.
La operación de esta planta de tratamiento ha permitido recuperar 17 kilómetros de litoral costero: desde la playa Las Cascadas (Barranco) hasta la playa Conchán (Lurín), al evitar que se vierta al mar cerca de 80,000 mil toneladas de residuos, protegiendo así al medio ambiente y poniendo en valor las zonas del litoral, lo que ha permitido mejorar los estándares de calidad de vida de la población e impulsar el desarrollo turístico del borde costero y de la industria pesquera.