En el marco del Día Internacional de la Incontinencia Urinaria, que se recuerda este 14 de marzo, especialistas advierten que la pérdida involuntaria de orina afectaría al 30% de mujeres en algún momento de su vida a partir de los 50 años, así como a alrededor del 10% de varones de la misma edad.
Según Jorge Saldaña Gallo, urólogo y Director Médico del Centro de Urología Avanzada Urozen, la incontinencia urinaria es el escape involuntario de orina y los efectos perjudiciales de esta patología pueden afectar a la persona en lo emocional y también en su vida sexual y social, ya que estos pacientes no suelen hablar del tema y muchas veces se aíslan y no acuden a reuniones familiares o amicales por temor a sufrir pérdida de orina.
Sostuvo que existen varios tipos de esta patología: incontinencia urinaria de esfuerzo, por urgencia, por rebosamiento, funcional e incontinencia urinaria mixta, ya que se trata de un problema que tiene múltiples orígenes que pueden estar relacionadas con problemas de vejiga, uretra (conducto por donde sale la orina), a nivel del esfínter urinario o también con problemas a nivel muscular o neurológico.
En todos los casos se debe acudir al médico cuando este problema afecte la calidad de vida del paciente.
Afirmó que a pesar de esta alta prevalencia gran parte de los afectados lo padece en silencio y no busca ayuda ante este problema que tiene solución si se trata a tiempo y en forma adecuada. Indicó que solo una de cada cinco mujeres afectadas (20%) busca ayuda profesional, porque esta enfermedad causa sentimientos de vergüenza o es considerada como inevitable o “sin solución”.
Añadió que la intensidad de esta patología puede ir desde perder orina ocasionalmente cuando se tose o estornuda, hasta tener una urgencia de orinar tan repentina que no permite llegar a tiempo al baño. Por ello requiere ser diagnosticado correctamente y de manera multidisciplinaria, a fin de que se puede brindar un tratamiento efectivo y que responda a las expectativas de cada paciente.
Indicó que el correcto diagnóstico y clasificación de la gravedad, permitirán la elección de la terapia adecuada, en vista que existen innumerables opciones terapéuticas, las cuales pueden no tener la misma eficacia y eficiencia, ni el mismo grado de satisfacción para todas las pacientes.
Factores de riesgo
Saldaña dijo que esta patología puede ser causada por ciertos hábitos, enfermedades subyacentes o problemas físicos. Por ejemplo, ingerir alcohol, café, bebidas carbonatadas, edulcorantes, chocolate, ají, alimentos con elevado azúcar o especias y ciertos medicamentos pueden actuar como diuréticos estimulando la vejiga e incrementando el volumen de orina.
Señaló que los factores de riesgo para padecer esta enfermedad son; sexo (las mujeres son más propensas a padecerla), edad (a medida que se envejece los músculos de la vejiga y la uretra pierden fuerza), sobrepeso (el exceso de peso aumenta la presión sobre la vejiga y los músculos circundantes), el tabaquismo y antecedentes familiares.
Refirió que la incontinencia urinaria no siempre puede prevenirse. No obstante, para disminuir el riesgo puede ser útil mantener un peso saludable, practicar ejercicios del suelo pélvico, evitar alimentos que irriten la vejiga (cafeína y alcohol) y los alimentos ácidos, ingerir más fibra (que puede prevenir el estreñimiento, una causa de incontinencia urinaria) y dejar de fumar.
Sostuvo que es fundamental que las mujeres con este cuadro acudan a centros especializados que cuenten con equipos multidisciplinarios conformados por urólogos, ginecólogos, especialistas y fisioterapistas de piso pélvico que trabajen de manera conjunta para poder brindar el mejor tratamiento para cada paciente.