Al término del año pasado, la Contraloría General registró 84 obras publicas paralizadas desde hace nueve o diez años y otras 46 en similar situación desde hace más de diez años.
El titular de esta entidad, Nelson Shack precisó que en el primer grupo se encuentran comprometidas inversiones ascendentes a 183 millones de soles, mientras que en el segundo este monto asciende a 344 millones de soles.
Estas forman parte de un universo que consta de 2298 obras paralizadas reportadas por el máximo ente del Sistema Nacional de Control al final de 2023. Estos proyectos tienen un costo total de inversión que supera los 26 mil 992 millones de soles y se necesitaría más de 13 mil 772 millones de soles para concluirlos.
Shack mencionó además que, con un trabajo conjunto entre las instancias de gobierno, se puede generar que una obra paralizada se destrabe en seis u ocho meses, a lo que se suma un año para la culminación de los trabajos.
“Hay varias obras que ya no tienen sentido que se terminen, y es que Perú tiene obras paralizadas hace más de diez años”, señaló Shack, durante su presentación en la sesión descentralizada de la Comisión de Fiscalización del Congreso efectuada en el Cusco.
Problemas contables
Dijo que, al estar esas obras paralizadas registradas en los sistemas, “generan un problema contable porque como no están terminadas y no se han liquidado, no se pueden activar”.
“Esto ocasiona que el patrimonio nacional (activo) -contablemente hablando- sea mucho más de lo que está en las cuentas”, manifestó.
En ese sentido, recomendó “priorizar cuáles de esas obras vale la pena que se destraben”. “Estoy absolutamente convencido de que si todos nos ponemos de acuerdo, entonces esas obras van a resolverse”, expresó Shack.
“Pero además de la voluntad política, exige un trabajo técnico y por eso hemos planteado la necesidad de que se formen una serie de mesas de trabajo técnicas, para así poder saber cómo se resuelve el problema de todas estas obras”, manifestó.